El exceso de azúcar puede acabar con la industria de jugos cítricos en el mundo
El jugo concentrado de naranja está perdiendo el terreno ganado a pulso en la mesa de los consumidores. Esto ocurre debido al cambio en las tendencias alimenticias y en el ritmo de vida del mundo moderno. Quienes antes desayunaban en casa un rico jugo de frutas, ahora prefieren no desayunar, o tomar un café en el camino.
Las razones son muchas, una de las más importantes es que muchos nutricionistas han afirmado que el jugo de naranja es tan perjudicial como el refresco.
Sin embargo, es importante que entendamos que el consumo de naranja no es solo nutritivo y, hasta cierto punto, parte de la tradición mundial en el desayuno, sino que tiene excelsos beneficios a considerar, como por ejemplo que el jugo de naranja provee al organismo de altos valores de vitamina C, fundamentales para mantener a molestas -y comunes- enfermedades alejadas de nuestra vida.
Razones para seguir consumiendo el jugo concentrado de naranja
– Una naranja mediana te aporta tan sólo 62 calorías, así que es una excelente merienda para toda la familia.
– Es rica en agua y, por su naturaleza, no contiene grasas.
– Es una excelente fuente de vitamina C, indispensables para mantener a raya enfermedades como la gripe.
– Provee cerca del 10% de la recomendación diaria de ácido fólico.
– Es rica en fitoquímicos, que son potentes antioxidantes naturales.
– Contiene pectina, un tipo de fibra soluble que ayuda a reducir el colesterol.
– La fibra tiene un efecto de saciedad que ayuda a calmar la ansiedad por comer.
– Se adapta a todos los gustos y preferencias. Ya que las hay dulces y ácidas.
Muchas son las opciones para consumir jugo de naranja en el mercado, así que puede resultar abrumador seleccionar la mejor. ¿Cómo lo logramos? Revisando la etiqueta del envase y chequeando que ésta no tenga nada de azúcar añadida, que solo sea dulce por el toque de la fruta.
La naranja también posee fibra y esto es justamente lo que hace que tengamos la posibilidad de digerir mucho más rápido los alimentos, acelerando así nuestro metabolismo, lo que nos permite mantener las calorías bajo control y los niveles de azúcar en la sangre estables.
