¿Sabía que la naranja ayuda a cuidar el planeta?
Pocas cosas importan tanto actualmente como cuidar el medio ambiente, es una tendencia positiva y muchas empresas dedican su tiempo a investigar nuevas formas de que su producción sea consecuente al cuidado del planeta; así mismo es en la citricultura que ha está optando por métodos orgánicos para el cultivo; sin embargo, el principal contribuyente a la naturaleza, viene del mismo producto: la naranja.
El impacto de la naranja en el ecosistema no es más que positivo. Su cáscara no es algo que se coma o se utilice para hacer jugos por lo que termina siendo un residuo que al final, resultando ser un gran benefactor para el planeta tierra, de hecho, anteriormente era casi inimaginable la cantidad de propiedades que esta acción trae consigo.
Por ejemplo: la cáscaras de naranjas pueden ser fuentes de energía renovable, sustitutas del petróleo en la creación de productos derivados del mismo, como por ejemplo el plástico, que a partir del alta contenido de celulosa en este residuo se puede tratar y aprovechar para hacer un nuevo tipo de plástico.
De residuo a biometano útil para la vida
En la Universidad de Cádiz se realizó una investigación que arrojó como resultado que a partir de la piel de la naranja se puede obtener bioetanol a través de la fermentación de la cáscara, reduciendo significativamente el método convencional de obtención del combustible que aporta negativamente al efecto invernadero. Según la Universidad Central de Florida solamente con las cáscaras de naranja de estado se pueden producir 800 millones de litros de etanol.
Las cáscaras no solo son pueden producir etanol, también pueden ayudar alivianar otros males al medio ambiente. La contaminación de ríos es un problema muy común de las industrias, no obstante se descubrió su capacidad de absorción de agentes contaminantes ácidos. El impacto de la naranja en el ecosistema es grande y lo mejor es que ya tenemos una fuente constante para obtenerla. Son todas ventajas.
