La citricultura latinoamericana se tiene un gran referente en la zona centro del continente y es que cuando se habla de referentes sólidos en este sector Honduras siempre entra en la conversación. La nación centroamericana ha crecido notablemente en el mercado de las naranjas, siendo éstas de gran demanda en la región, Europa y Estados Unidos. El rendimiento de la industria quiere y busca crecer, para su suerte hay quienes están dispuestos a diversificar las maneras para mejorar los cultivos de naranjas.

La industria hondureña ha hecho mucho por sí misma para mejorar el cultivo de cítricos en la nación, pero hay proyectos internacionales que podrían hacer vida en el país y que a largo plazo pueden ofrecer resultados muy favorables.

Colombia y Honduras a por las naranjas

Cuando hablamos de alianzas internacionales es inevitable no mencionar el  proyecto de mejoramiento en los cultivos de naranjas de Colombia, específicamente del Centro de Investigación  de la regional ocho de la Corporación Colombiana de Investigación (Corpoica) que han estado gestando los próximos avances en para potenciar la citricultura hondureña, algo que mantiene atento a los empresarios y productores del país.

La industria de cítricos en Honduras se entusiasma con el hecho de proseguir con investigaciones para mejorar la calidad de los frutos. Año a año se ha visto la mejora en la productividad y resultado de los mismos. Las cosechas se mantienen en una curva ascendente; evaluar más posibilidades puede arrojar nuevos datos sobre la citricultura.

Corpoica  mantiene actividades en suelos hondureños desde hace casi una década y se ha dedicado exclusivamente a la investigación para el mejoramiento en los cultivos de naranjas. En acuerdo con especialistas hondureños se ha diversificado la investigación citrícola sobre plagas y enfermedades, así como también influir en el aumento de nutrientes y minerales para la planta.

Excelentes resultados

En las últimas décadas Honduras se ha alzado como un referente en cuanto a citricultura se refiere. Las investigaciones han llevado a diversificar los métodos de cultivo, obligando a los agricultores a optar por alternativas que poco a poco se vuelven más habituales. Gracias a las investigaciones en la naranja, se ha mejorado significativamente año tras año la cantidad en la cosecha y su calidad.